Oscuro.
Y atravieso las calles fumándome un cigarro, como si con el humo se fueran mis pensamientos, como si se difuminaran en el aire y se volvieran algo más transparente. Más implícito, más oculto. Igual que las cosas bellas que están escondidas. Como los secretos de tu boca o las palabras de tus miradas.
Oscuro.
Recuerdo cuando me tomabas la mano y tomábamos helado. Cuando nos reíamos de la gente que caminaba apresurada en el centro. De cuando te caías de pura distracción en la calle y hablabas de las hormigas cabezonas. De la porfiada caída de tu pelo sobre la frente.
La casa está cerrada a esta hora y no podré entrar. No podré entrar nunca más.
Dicen que he perdido el norte, que mis ideas no están claras, que no sé qué hacer con mi vida. Y tienen razón. Y no tienen razón.
El norte no existe y el sur tampoco.
No hay nada sin el sistema de referencia.
Mi sistema de referencia eras tú, así es que literalmente perdí el norte, el sur, el este, el oeste...el mapa completo. El plan se esfumó. No hay cartógrafos ni geógrafos.
Lo chistoso es que tú no eres tú y yo no soy yo.
Es verdad.
Porque mi vida no se acaba contigo, en ningún caso. Y la tuya conmigo tampoco. No eres el amor de mi vida ni mi destino. No eres mi alma gemela. No eres mi príncipe azul, mi caballero andante.
No eres tú, por ser tú, si no que eres por como era yo contigo. Por los lugares que estaban entre ambos, por los recuerdos usados como escalera, por las ideas que se desprendían de cada uno y formaban un puente.
Oscuro.
Tengo la sensación de que mi cabello es más oscuro que antes. Que mis ojos son más negros. Que mi boca toma el color de la tierra barrosa.
Me desprendo de los trajes. Me desprendo de las chaquetas. Me quedo con los brazos extendidos en la lluvia mirando el cielo.
El cielo oscuro. Mi cabello oscuro que es el mismo cielo. Mis ojos oscuros que también forman parte de todo el conjunto.
Y tú te ciñes a mí. Ahora eres una sombra oscura como la noche. Ahora eres como los pasos de alguien que camina a mi lado, pero que no está. Un eco, un camino marcado de migas.
Necesito volver a casa y encontrar otro punto de referencia. Uno que no implique pérdidas, uno que no implique tantas aguijoneantes dudas.
Este vino es oscuro. Tal vez todo se vuelva oscuro a mi alrededor...y tal vez, no es seguro, yo logre ser un haz luminoso entremedio de esto. No lo sé.
Solo me queda seguir caminando. Sí...caminando...
Entradas populares
-
Créame un espacio entre la duda y la muerte... para que pueda habitar allí como una resonancia lejana sin sonido, como una pulsación débi...
-
Silencio. El café huele a silencio que sube como vapor a través de la piel y se posa sobre la superficie húmeda de mis ojos. No me decido a...
-
El oso sigue encerrado dentro de su jaula. Lo veo desde este subterráneo oculto y pienso en que sería mejor que a ambos no nos importara ...
-
Si vas a desaparecer, al menos que no sea de golpe, al menos que no sea estruendoso. Desaparece como un soplo, como una suave caricia en...
-
El suave pájaro se levanta durante la noche. Como un sonámbulo atraviesa los rincones oscuros que viven solo desde la mirada interna, mie...
-
*(Es lunes y se supone que no es día de publicación, pero decidí compartirles este escrito un tanto "místico" a mí parecer. Esper...
-
* Emilia caminó pausadamente en las calles de la ciudad. Todo parecía tan distinto de pronto, como si alguna pieza de un rompecabezas hubie...
-
(https://www.youtube.com/watch?v=olWOl8ny-3Y) Crearé un espacio libre de todo espacio, en donde las comillas y los puntos suspensiv...
-
¿Por qué te apartas? ¿Por qué haces camino al borde del camino? Era de noche y te invité a quedarte junto a la lumbre. Hace frío. Muc...
-
Si no tienes nada que decir, no escribas. Entonces morirás y veremos qué hacemos sin ti. Dicen que nadie es irremplazable y, probablemente, ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario