Hola, soy la amante de los
hombres que no existen. Me presento, yo soy esa mujer que los mira pasearse por
su habitación…los demás dicen que no están allí, pero sé que mienten.
Los hombres que no existen. Los
que andan en las calles azules de los sueños que gravitan durante las noches de
insomnio.
Soy la amante de los personajes
de cuentos más leídos de la historia y de los más olvidados.
Busco, por la noche, los besos
que me quiten la melancolía de las manos y del papel.
Canto los poemas que me dedicaron
en sus no existentes vidas de aventuras y aprendizajes. Acaricio las flores que
me mandan por montones y que dicen: Te amo.
Soy la que danza esperando las
miradas de sus ojos transparentes…esperando que algún día se hagan de carne y
hueso y me curen la soledad.
Esperando a que, algún día, uno
llegue a enamorarse tanto de mí, que desee existir realmente.
Soy la amante de los hombres que
no existen y no finjas que no me conoces.
Parece que he hablado antes
contigo. ¿No eras esa que leía a escondidas? ¿No eras esa que decía que
prefería la ficción a la realidad? ¿No eras esa que sabía tantas citas de
libros que olvidabas lo que decían las personas reales a tu alrededor?
Soy la amante de los hombres que
no existen, porque me cansé de las existencias que azotaban la cara contra un
muro de lágrimas y de discusiones sin sentido.
¿Y qué dices?
Yo los sigo esperando. Me siento
sobre esta silla y abro otro libro y me vuelvo a enamorar.
No me digas que eso no es amor.
Porque aunque ellos no existan,
yo los voy conociendo, los voy comprendiendo, los voy amando…los abrazo y los
devoro, dejo que me devoren el alma y que me quemen…dejo que desangren mi mente
y mi corazón entre sus brazos de letras. Estos hombres que no existen y que son
como marineros…porque, yo sé que cuando cierre este libro, él se irá para
siempre y todo parecerá espejismo. Tomará un barco llamado realidad y se
despedirá con la mano. Irá en busca de otra que lo ame.
Me pongo celosa de solo pensar en
cuántas lo estarán buscando entre las páginas de un libro, en cuántas lo
estarán deseando como yo lo deseo, en cuántas lo estarán acariciando “con sus
manos recorre páginas” en este momento…en cuántas estarán soñando con él en
este preciso instante.
Entonces…aquí me ves, con el
corazón en la mano de nuevo. Sufriendo otra pérdida, otro amor que se va, otro
amor que me es infiel con la realidad, otro amor que es ficción, otro amor
virtual, otro amor que me deja clavada entre un montón de lágrimas deseando no
tener corazón.
Entonces sufro despecho. Entonces
tengo rabia y deseo venganza. Voy en busca de otro hombre que no exista.
Y siempre encuentro a otro.
Siempre leo a otro, siempre beso
a otro, siempre dejo que otro me queme.
Pero… ¿Qué sucede? ¿Cómo es que
me empiezo a enamorar de este otro hombre inexistente que me guiña el ojo a
través de las páginas del libro? ¿Cómo es que sus palabras me vuelven a
atravesar el corazón y olvido al otro?
Bueno…ya me conoces. Lo has
reconocido. Mírame a los ojos ahora. ¿No te parece conocida aunque sea un
poquito mi historia?
En fin…te dejo. Tengo que
juntarme con este otro hombre. Parece que he caído de brazos en brazos, de
hombres inexistentes en hombres inexistentes, de páginas a páginas…de historias
a historias…
Sí. Soy la amante de los hombres
que no existen.
Esperando a que, algún día, uno
llegue a enamorarse tanto de mí, que desee existir realmente.
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